El ministro alemán de Interior, Thomas de Maiziére, anunció este domingo el restablecimiento temporal de los controles en la frontera sur del país ante las oleadas de refugiados que llegan desde Austria.
Las autoridades alemanas advirtieron que están al límite de su capacidad para acoger a refugiados, mientras la UE se prepara para celebrar el lunes una reunión de urgencia sobre la crisis de migrantes.
Unos 13,015 refugiados llegaron el sábado a Múnich, y se esperaba que el domingo llegaran, al menos, 1,400 a esa ciudad del sureste de Alemania, la meta de su largo y peligroso periplo a través de Hungría y Austria.
Alemania se ha convertido en el destino de preferencia de muchos refugiados, particularmente sirios, después de que la canciller alemana Angela Merkel decidiera aliviar las reglas de asilopara los nacionales de ese país arrasado por la guerra.
Sin embargo, con alrededor de 450,000 personas llegadas al país este año, las autoridades locales están teniendo problemas para hacer frente al importante flujo.
"Debido a las cifras registradas ayer (sábado), está claro que hemos llegado al límite extremo de nuestras capacidades", dijo un portavoz de la policía de Múnich.
El ministro federal de Transporte, Alexander Dobrindt, también intervino en este sentido, afirmando que "son necesarias medidas efectivas ahora para frenar el flujo".
"Eso incluye la ayuda de los países donde llegan los refugiados y también un control efectivo de nuestras fronteras, que ya no funciona, dado el fracaso completo de la UE para proteger sus fronteras externas", declaró en un comunicado.
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