Juan Pablo Olalquiaga destacó que "nos están apagando la industria nacional. Mientras no haya materia prima disponible en planta, no habrá trabajo ni se producirá en Venezuela, y los consumidores seguirán sacrificándose en las colas, con el temor de no saber si conseguirán lo que necesitan y de no saber si podrán pagarlo".
Día a día muchos trabajadores se devuelven a su casa con salario básico, según Olalquiaga (ARCHIVO)
El presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, señaló que "la industria venezolana se viene apagando poco a poco".
Explicó que la falta de insumos, debido a que solo el gobierno puede vender divisas para acceder a las necesarias importaciones, ha obligado a las empresas a realizar paradas intermitentes de líneas de producción o a detener líneas enteras, sin fecha o esperanza cierta de volverlas a poner en marcha.
Las declaraciones fueron ofrecidas durante una rueda de prensa conjunta que se realizó en la ciudad de Valencia con participación de la Cámara de Industriales del estado Carabobo (Ciec); Cámara de Pequeños Industriales y Artesanos del estado Carabobo (Capemiac); Cámara de Industriales del estado Aragua y Cámara de Industriales del estado Miranda.
Olalquiaga comenzó su intervención alertando sobre la crisis que enfrenta la producción en Venezuela: "Queremos hablarle a todos los trabajadores que integran la industria nacional; a sus familias, a sus comunidades y a cada consumidor venezolano. Todos estamos viendo rápidamente las consecuencias de haber sometido a la industria a una situación de ruina y de deterioro", reseñó nota de prensa de ese sector.
Agregó el presidente de Conindustria: "Ustedes, nuestros trabajadores, conocen las dificultades que están afrontando las industrias para las cuales trabajamos. Muchos de los productos que elabora la industria nacional se venden, por obligación, a precios que hacen imposible aumentar sueldos y beneficios. Muy por el contrario, la caída de la producción nos hace ver a diario, trabajadores que se devuelven a sus casas, con salario básico, sin bonos de producción y sin una mínima expectativa de que este problema se pueda resolver en los próximos días, semanas o tal vez meses."
Son muchos los sectores donde se ha tenido que parar líneas de producción en forma intermitente o, peor aún, dejar de producir sin tener la seguridad de volverlos a poner en marcha. Hay muchos ejemplos de estas paralizaciones en la producción de galletas; untables y salsas; jugos, maltas y refrescos; atún y sardinas; quesos nacionales; alimentos para mascotas; empaques para productos lácteos (latas, laminados, cartón para UHT y empaques al vacío); pastas y cereales, colados (compotas). Situación similar se vive en la industria automotriz, donde las ensambladoras han trabajado apenas a 20% de su capacidad anual.
En cuidados del hogar, hay problemas para producir jabón en pasta para lavar los platos, así como detergente para lavar la ropa; en higiene personal, las empresas están trabajando a muy baja capacidad en el caso de producción de champús, enjuague, cremas para el cabello, tintes y pasta dental.
Por tales razones, Olalquiaga expresó con preocupación: "Nos están apagando la industria nacional. Mientras no haya materia prima disponible en planta, no habrá trabajo ni se producirá en Venezuela y los consumidores seguirán sacrificándose en las colas, con el temor de no saber si conseguirán lo que necesitan y de no saber si podrán pagarlo".
Lamentablemente, explicó, se han desviado los recursos de los venezolanos en importaciones que solo favorecen la producción industrial de otros países, creando empleos estables fuera de nuestras fronteras. Insistió en que cada producto terminado que ingresa a Venezuela, destruye puestos de trabajo de venezolanos en la industria nacional, atenta contra su futuro, el de sus familias y sus comunidades.
EL UNIVERSAL
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